El proceso de participación para redactar el PRUG se inicia con una reunión entre el sector náutico y la administración
El Departamento de Territorio y Sostenibilidad inició el jueves 8 de junio el proceso de participación para la redacción del plan rector de uso y gestión del Parque Natural de Cabo de Creus (PRUG), en el ámbito marino.
En 2014, el primer intento por redactar este documento (pendiente desde la creación del parque) se suspendió porque parte de las medidas propuestas por la administración generaron una fuerte oposición de profesionales y ediles.
Al encuentro en Roses asistieron una veintena de personas –representantes del sector náutico y alcaldes– que plantearon dudas y propuestas sobre el nuevo documento. El sector náutico celebra que, a diferencia del anterior intento, en este nuevo proceso que se inicia se tenga en cuenta el territorio pero pide que en cualquier caso no se prohíba.
Regular si es necesario conservar
El responsable de planificación del Territorio, Francesc Diego, asegura que la voluntad es escuchar y avanza que "sólo se regulará o se tomarán medidas" si los estudios demuestran que hay zonas que presenten problemas de conservación: en este sentido hizo referencia a especies como el coral y algunas comunidades de especies que viven en la posidonia que “están sufriendo mucho” en ciertos espacios. La voluntad es que este documento que debe regular las actividades en el ámbito marino del parque pueda ser terminado el próximo año. Ayer todos los actores presentes coincidieron en la necesidad de preservar el parque y en la corresponsabilidad de mantenerlo.
El fondeo, una de las principales preocupaciones
Una de las medidas más polémicas que preveía el anterior documento era la prohibición de fondear libremente en las calas protegidas del espacio natural y la obligación de amarrar en una de las más de 200 boyas de pago. La regulación del fondeo se mantiene todavía como una de las principales preocupaciones del sector. Durante la reunión, muchos de los presentes preguntaron si hay estudios que avalen que la alta concentración de embarcaciones durante los meses de verano afecta realmente al fondo marino.
El Director del Club Náutico Port de la Selva, manifestó la voluntad de participar en el proceso, considerando que la necesidad de preservar del paraje debe compatibilizarse con las actividades económicas, deportivas y de ocio que se desarrollan.
Por lo general el sector se mostró contrario a las “prohibiciones” y apostó por la formación y concienciación medioambiental de los usuarios.
